¿Con qué nos van a salir ahora el presidente de la república y el subsecretario Hugo López-Gatell sobre el manejo de la pandemia?. Anunciaron que permitirían la venta privada de vacunas (lo que no ha ocurrido pues el gobierno tiene el monopolio); dijeron que las fechas de vacunación para ancianos serían en enero y las cambiaron a febrero; insistieron que los primeros en vacunar serían los miembros del personal médico al frente de la pandemia (y hemos visto que lo mismo han sido vacunados directivos que políticos, además de que luego se justificó la labor de los llamados “Servidores de la Nación”, al permitirles que se les vacunara); no han mostrado los contratos de la compra-venta de vacunas y ayer domingo dan a conocer que los acuerdos con Pfizer se cancelan para vender la vacuna a países pobres (como si la mitad de la población en México no estuviera en esta condición de pobreza) y renuncia a su cargo Miriam Esther Veras que estaba a cargo se la vacunación del COVID.
Poniéndole adjetivos, ha habido: incumplimiento de promesas, falta de planeación, descontrol en la asignación de vacunas, nula transparencia, solidaridad con los pobres del exterior antes que los de casa y la caída de la cabeza del proyecto de vacunación.
¿Qué nos piensan decir hoy?, la verdad no está en las palabras sino en los actos.
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