Hablando de viento, en los últimos tres días ha estado presente entre nosotros, en primer lugar porque ayer se desataron los vientos sostenidos a raíz del paso del huracán Delta por Yucatán.
En segundo lugar porque esos vientos propiciaron en la capital del país el arrastre y vuelo de al menos una decena de casas de campaña que los miembros del denominado Frena tenían puestas a modo de protesta. Esto claro, ocasionó la risa y burla de quienes obtuvieron imágenes del momento.
Pero fue a raíz de la marcha de Frena que el viento le hizo al presidente de México lo mismo que el viento al expresidente Juárez: nada. El actual mandatario dejó entrever que no se juntaron las cien mil personas que pidió para renunciar a su cargo y en cambio mandó decir a los organizadores de la movilización que le echaran ganas. No cabe duda que el viento es portentoso.