Artesanos del mercado Otomí en el municipio de Temoaya sienten tristeza ante la prácticamente nula venta de sus productos desde el inicio del confinamiento, a causa de la pandemia por COVID-19.
«No vendemos nada, estanos tristes, estamos enfermos,estamos necesitados, porque, con qué vamos a comprar un kilo de tortilla, una sopita o un refresco, pues nada».
Y es que en un recorrido por este lugar donde se pueden encontrar prendas tradicionales de la cultura propia de la región, asi como verduras cultivadas en la zona y algunas manualidades, prácticamente la mitad de locales permanecen cerrados a pesar de que en esta semana se abrieron el 90% de las puertas, ya que solo permanecía abierta la puerta principal.
«A penas hoy abrieron esta puerta, y la de allá de la esquina, nos encerraron, estanos como presos, cómo va a entrar así la gente».
Lamentaron además que mientras no haya personas que compren y las condiciones de movilidad no se den para que ellos puedan surtirse de materia prima para sus actividades, no podrán reactivar su economía.