Edoméx mantiene cero casos de rubeola desde 2012

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Como resultado de la aplicación de vacunas a niños menores de 5 años, en el Estado de México no se registran casos de rubéola desde 2012, informó el secretario de Salud César Gómez Monge.

César Gómez, secretario de Salud del estado de México (Foto: Archivo).

El funcionario informó que en 2016 se superó la meta programada de aplicación de vacunas con 109.1%, que corresponde a más de 6.2 millones de dosis a niños, lo que permitió mantener en cero casos enfermedades como poliomielitis, sarampión, tétanos neonatal, tétanos no neonatal, difteria, tuberculosis meníngea, haemophilus influenzae “B” y rubéola.

“En el caso de la rubéola es un logro de ésta administración y resultado de las acciones de Salud federal, gracias a las campañas de vacunación universal permanente y de reforzamiento; en 2011 fue el último año de casos registrados en la entidad, con lo que llevamos 5 años sin ésta enfermedad”, destacó.

Gómez Monge agregó que en 2016, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) otorgó un reconocimiento al sector salud mexiquense, luego de certificar la eficacia, homogeneidad y oportunidad en la aplicación de la vacuna que mantiene el control de éste padecimiento.

El secretario de Salud agregó que se lleva a cabo una importante tarea de inmunización a través de las tres Semanas Nacionales de Salud que se efectúan cada año y las acciones permanentes que tienen como objetivo completar el esquema de vacunación.

La vacuna Triple Viral  previene contra el sarampión, rubéola y parotiditis, y la  Doble Viral contra el sarampión y la rubéola; de la primera se deben aplicar dos dosis: a los 12 meses de edad y la segunda a los 6 años; y la segunda se aplica una dosis a los 10 años si la niña o niño no recibió la segunda dosis de Triple viral, y dos dosis si la niña o niño no recibió dosis previa, mismas que se deben tomar con intervalo de cuatro semanas entre cada una.

La rubéola es una infección viral aguda y contagiosa y aunque por lo general es leve en los niños, tiene consecuencias graves en las embarazadas, porque puede causar muerte fetal o síndrome de rubéola congénita que puede provocar defectos de audición, oculares y cardíacos, así como otros trastornos permanentes como autismo, diabetes mellitus y disfunción tiroidea.

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