Expertos UAEM realizan cultivo experimental de hongos comestibles silvestres

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En México sólo seis especies de hongos son cultivadas a escala comercial y la experimentación sobre nuevos cultivos es relativamente reciente y escasa, a pesar de que el país tiene una amplia tradición micófaga, un vasto potencial genético y el resguardo de aproximadamente 663 cepas de hongos silvestres, sostuvieron expertos del Centro de Investigación y Estudios Avanzados en Recursos Bióticos y del Instituto de Ciencias Agropecuarias y Rurales de la Universidad Autónoma del Estado de México.

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Expertos UAEM realizan cultivo experimental de hongos comestibles silvestres

Yolanda Arana Gabriel, Cristina Burrola Aguilar, Gerardo Mata Montes de Oca y Sergio Franco Maass indicaron que mediante el trabajo de investigación “Cultivo experimental de hongos comestibles silvestres” buscan establecer ciclos de cultivo, condiciones óptimas y los sustratos más adecuados para la producción de cuerpos fructíferos de dos especies de hongos comestibles silvestres: Flammulina mexicana y Lyophyllum shimeji.

Los investigadores de la UAEM aseguraron que en las cepas de hongos silvestres se encuentra una amplia posibilidad de diversificar los hongos cultivados comercialmente, utilizando especies nativas.

Como parte de su investigación, comentaron, ya han realizado aislamientos vegetativos en medios de cultivo a 18°C para la obtención de cepas, mismas que fueron caracterizadas macro y micromorfológicamente; también midieron su velocidad de crecimiento y cuantificaron la producción de biomasa en medio sólido y líquido; finalmente se realizó la producción de inóculo en trigo a 18°C y por último, se realizaron pruebas piloto para la producción de cuerpos fructíferos.

Entre los resultados de este trabajo reportaron que de cada especie se obtuvieron un total de cuatro cepas, mientras que otras cepas todavía se encuentran en etapa de crecimiento in vitro; agregaron que al utilizar cepas nativas se trabaja con especies adaptadas a ciertas condiciones ambientales, lo que permite hacer uso de los recursos propios.

Los universitarios señalaron que las cepas son una parte importante en la conservación ex situ de la biodiversidad y se consideran viables para realizar su cultivo experimental, al igual que su posible incorporación como parte de una alternativa factible para su aprovechamiento sustentable.

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