El uso de la lengua otomí, en el estado de México, a reducido en un 60 por ciento de acuerdo con Maricruz Cruz González, delegada estatal de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas.
Lo mismo ocurre con las lenguas Mazahua, Nahua, Matlatzinca y Tlahuica, de esta última, la delegada estatal del CDI señala que cuentan con un registro de solo 400 habitantes que continúan hablando en su lengua materna.
Entre los principales factores que inciden en el desuso de las lenguas indígenas se encuentran la migración hacia las zonas metropolitanas obligando a indigenas a utilizar el español castellano olvidando su lengua de origen, sin embargo, la vergüenza y acoso por parte de jóvenes en centros educativos es el factor con mayor peso para que los niños pierdan el interés de hablar sus lenguas de origen.
«A veces les da pena, por el tema de bullying, escuchan a un niño hablando, mazahua, otomí o tlahuica, y le hacen bullying».
Otros factores que contribuyen a esta situación en los centros educativos es el interes por aprender otros idiomas como inglés o francés para impulsar su preparación académica y con ello obtener mejores condiciones laborales y salariales.
Si bien la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas fomenta el aprendizaje y conservación de estas lenguas, reconoce que es poco el apoyo que se brinda para lograr rescatarlas pues además de ser pocos los instructores que dedican tiempo a enseñar las lenguas maternas a pequeños grupos de jóvenes, esto como actividades extra clase, no siempre reciben remuneraciones a pesar de contar con convenios de colaboración con la Secretaria de Educación Pública.