Un ciudadano serbio de 42 años de edad, oriundo de una aldea cerca de Subotica, al norte de Serbia, se castró ante su muy celosa esposa para demostrarle su amor y fidelidad, informó hoy la prensa serbia.
Según el diario «Blic» , el agricultor sabe castrar animales, por lo que decidió castrarse, convencido de que no padecería muchos dolores ni perdería demasiada sangre.
Con una navaja de afeitar se hizo cortes en los escrotos y usando un desinfectante se extirpó los testículos.
Poco después empezó a sangrar mucho y le pidió a su mujer que le llevara al hospital de Subotica, cerca de la frontera con Hungría.
En la clínica primero denunció haber sido atacado por unos desconocidos, pero más tarde reconoció ante la policía haber sido él el autor de la castración.
Fuentes médicas del hospital aseguraron que el estado de salud del hombre es estable y que la intervención que se hizo a sí mismo fue efectuada de forma profesional.