Los más pobres y vulnerables en el mundo son los que más resienten la crisis económica por la que atraviesa el mundo, dijo hoy la Alta Comisionada de la Organización de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay.
En una sesión del Consejo de Derechos Humanos, en la sede de la ONU, la funcionaria instó a los gobiernos y al sector privado a no permitir que los esfuerzos para paliar la crisis económica conduzcan a la violación de las garantías fundamentales.
Pillay afirmó que la crisis en el mundo obstaculiza el acceso al trabajo, la comida, la vivienda, la salud pública y la educación, y cualquier recorte a estos servicios afectaría en especial a la población más vulnerable de un país.
Advirtió que la recesión puede provocar manifestaciones xenófobas y discriminatorias contra los inmigrantes, la población indígena, las minorías y las personas con alguna discapacidad.
Pillay subrayó que en tiempo de crisis, las mujeres y las niñas son más susceptibles de sufrir violencia y la violación de sus derechos económicos y sociales.
Los efectos negativos de la crisis «se sentirán de manera desproporcionada en los países en desarrollo y aquellos que no están completamente desarrollados», advirtió.