Un estudio realizado a casi 1.3 millones de mujeres presenta más evidencias de que el consumo, incluso moderado, de alcohol aumenta el riesgo de diversos tipos de cáncer.
Un grupo de investigadores británicos entrevistaron a mujeres de entre 30 y 40 años en clínicas de detección de cáncer de mama sobre su consumo de alcohol y siguieron su estado de salud por siete años.
Un cuarto de las mujeres reportó que no consumía alcohol. Casi todo el resto dijo que tomaba menos de tres bebidas al día, con el promedio de una bebida diaria. Los investigadores compararon a las bebedoras menos frecuentes, de hasta dos bebidas al día, con las personas que consumían más alcohol.
Cada bebida extra por día incrementaba el riesgo de desarrollar cáncer de mama, rectal o del hígado, según el reporte de los investigadores de la Universidad de Oxford presentado el martes en la Gaceta del Instituto Nacional de Cáncer. De acuerdo con el trabajo, el tipo de alcohol _ vino, cerveza o licores _ no marcaba diferencias.
El resultado apoya un estudio previo, pero con una nueva característica: el consumo de alcohol estaba ligado al cáncer oral y del esófago, pero sólo en el caso de los bebedores con el hábito de fumar.
También, los bebedores moderados tenían un riesgo menor de cáncer de la tiroides, de las células renales y del tipo ajeno al linfoma de Hodgkin.
Para las mujeres en particular, el riesgo general por consumo de alcohol es pequeño. En los países desarrollados, unas 118 de cada 1.000 mujeres desarrollan alguno de esos tipos de cáncer, y cada bebida extra diaria añadía 11 casos de cáncer de mama y cuatro de los tipos en esa tasa, según el estudio.
Pero a nivel de la población en general, 13% de esos casos de cáncer en Gran Bretaña podrían ser atribuidos al alcohol, según el estudio.
Por mucho tiempo, el uso moderado del alcohol ha sido considerado bueno para el corazón, algo que este estudio no aborda, pero que puede propiciar un debate sobre los niveles seguros de consumo. Las recomendaciones de salud estadounidense ya señalan que las mujeres no consuman más de una bebida al día, y dos en el caso de los hombres, quienes metabolizan el alcohol de forma diferente.