El uso adecuado y permanente del cubrebocas en los espacios escolares, el que se garantice la sana distancia y se fomente los espacios ventilados en las aulas y que haya una constante comunicación de los papás con el personal educativo, serán puntos fundamentales en el regreso presencial a las escuelas, y con ello evitar contagios de COVID-19 entre los menores.
Así lo destacó el medico Fernando Villareal Amate, coordinador delegacional de Información y Análisis Estratégico de la delegación poniente del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Asimismo, el especialista consideró fundamental el que los papás se apeguen a las medidas y recomendaciones que se han venido practicando a más de año y medio de la pandemia y además, hagan el reforzamiento con los niños ya que serán los que acudirán a la escuela.
Recomendó supervisar que el cubrebocas de los menores sea funcional, es decir, del material correcto y si es de tela, será importante que sean de triple capa o también recomendó los llamados KN95. También destacó sobre su correcto uso, es decir, que cubra nariz y boca.
El médico del IMSS recomendó que en el caso de la sana distancia, esta deberá ser de al menos metro y medio, aunque dijo que lo idean es que sea de 1.8 a dos metros y con ello evitar entre los estudiantes el contacto de las gotas respiratorias.
Mencionó también que las instituciones educativas tendrá que supervisar el que las aulas tengan las ventanas abiertas y que los grupos trabajen con aforos disminuidos, lo cual, añadió, dependerá del semáforo epidemiológicos de riesgo en el cual nos encontremos.
Asimismo será imprescindible que los padres de familia estén en contacto permanente con los profesores para que conozcan sobre las medidas que se están tomando e identificar de forma oportuna algún caso con sospecha de contagio y a su vez, los papás identificar cuando en el núcleos familiares sea detectado algún caso para de esta manera se tomen acciones oportunas y no se generen brotes en las escuelas.
Villareal Amate se refirió también al reforzamiento del sistema inmunológico de los niños. En este sentido dijo que se deberá tener en consideración una alimentación completa y balanceada, que integre todos los grupos alimenticios en proporciones adecuadas, es decir, más frutas, verduras, cereales y en menor medida las harinas o azucares refinados, es decir, los alimentos chatarra, así como fortalecer la actividad física.
Mencionó que durante los meses de confinamiento, en la mayoría de las casos, los padres no han podido estar todo e tiempo con sus hijos por lo que se rompió la continuidad de la rutina diaria en cuanto a los horarios de sueño y para la alimentación, lo que desajustó el reloj biológico de los niños, incluso su metabolismo, lo que pudo haber causado un descontrol, por lo que ahora se prevé un periodo de readaptación.
