Finalmente la Fiscalía General de la República confirma que realiza una investigación en contra del expresidente Enrique Peña Nieto y quien también fuera gobernador del estado de México. Los delitos que se le imputan son lavado de dinero, enriquecimiento ilícito de tipo electoral.
Esta no es la primera vez que se señala al otrora funcionario de esto y otros asuntos pues desde que dejó la gubernatura mexiquense ya se le hacían menciones de otorgar una millonaria concesión para la construcción y explotación del Viaducto Bicentenario a la empresa OHL y la falta de investigación en torno a la represión policial en San Salvador Atenco en 2006.
Después, en sus aspiraciones a la presidencia se habló del financiamiento ilícito de su campaña y, una vez como jefe del Ejecutivo federal, estuvieron presentes los sobornos a diputados y senadores para que aprobaran diversas reformas, la Casa Blanca, Ayotzinapa, la Estafa Maestra y los manejos de dinero para favorecer a la empresa brasileña Oderbrecht.
En la prensa internacional ya ha trascendido que Enrique Peña Nieto podría ser el primer expresidente juzgado por corrupción. Falta que al actual gobierno de la república haga una investigación ejemplar y que no le tiemble la mano para sancionar; de lo contrario el caso quedaría como un escándalo más y otra cortina de humo del gobierno.