Una nota publicada por el diario español El País, en su edición mexicana, pinta a los municipios conurbados del estado de México como verdaderas cuevas de ladrones.
Un párrafo de la periodista Elena Reina es demoledor: “El estado de México, el más poblado del país con más de 15 millones de habitantes, abraza por el norte la capital. Tiene las cifras más negras en casi todo: homicidios, secuestros, violaciones, robos, pobreza urbana y violencia machista. Para salir de la Ciudad de México por carretera uno debe cruzar pequeños municipios desiertos y oscuros por las noches. Robar o matar en esa zona sale prácticamente gratis, la impunidad campa a sus anchas por la entidad más violenta. Sólo un 10% de los delitos se denuncian”.
Pequeños municipios desiertos y oscuros… Robar y matar sale gratis… Ciertamente hay algo de exageración, pero es completamente cierto que la inseguridad se trata de uno de los problemas más graves de la entidad mexiquense.
Y al paso del tiempo, inseguridad y violencia han crecido en una proporción mayor al crecimiento poblacional o al estancamiento económico. Ha habido mucha simulación y demasiada “administración” del problema, que requiere soluciones frontales. Más de cara a los procesos electorales por venir, porque la inseguridad también ha sido factor en estados como Tamaulipas o Veracruz.
Ayer mataron a un pasajero en un asalto en la carretera México-Pachuca. La nota de El País se refiere a un asalto y violación en Coyotepec. Esta semana dos asaltantes fueron linchados en Ecatepec…
Es demasiado… Y sí, mucha indeseable impunidad.
