Entre las enfermedades que siguen sin cura se encuentra el Alzheimer. Cerca de 30 millones de personas la padecen en el mundo y se define como la pérdida progresiva de la memoria.
Entre los síntomas se hallan olvidos repetidos, problemas de orientación, dificultades para planear, organizar cosas y ordenar el tiempo, así como trastornos en el lenguaje. Algunos factores que se han identificado como de riesgo son la diabetes e hipertensión, cuando no se controlan, y la vida sedentaria; en contraste, realizar estudios y tener una vida activa socialmente parece retrasar los primeros síntomas y su gravedad.
La proyección de esta enfermedad no es nada alentadora pues para 2050 se calcula que se podría triplicar en incidencia, según la Organización Mundial de la Salud; asimismo, la posibilidad de contraer Alzheimer aumenta a partir de los 65 años y se dispara después de los 80.
En México existe al menos un millón de casos registrados en hospitales, aunque podrían ser más, pues un gran número de personas reciben los cuidados en casa. El Alzheimer es devastador para quien lo sufre y sus familiares; hagamos labores de prevención observando nuestra calidad de vida.
