Bienvenidos a su ciudad todos aquellos que salieron con motivo de la Navidad y el Año Nuevo. Y, como sucede cada año, a enfrentar la llamada cuesta de enero porque se gastó lo que no se debía o más de la cuenta.
En este mes los precios de los productos y servicios suelen tener ajustes, los materiales para la construcción inician su alza continua y hay que pagar impuestos anuales como es el agua potable y el predial.
Esto propicia que las personas se vayan a las casas de empeño a dejar artículos como televisores, refrigeradores, bicicletas, celulares y joyas a cambio de dinero en efectivo. Por otro lado, que pidan prestado en establecimientos o utilice la tarjeta de crédito para pagar. Aquí es importante considerar la capacidad de pago. Asimismo, tener muy en cuenta la pérdida de patrimonio cuando se empeñan objetos de alto valor como autos.
La cuesta de enero se prolonga para muchos hasta febrero o marzo de ahí que sea fundamental aguantar estas semanas y con lo que se tiene o queda comprar lo necesario. La cuesta de enero no es otra cosa más que el mal manejo del dinero en diciembre y la escalada de precios.
