Lo que el arriba firmante tiene que decir hoy se ha repetido mucho, así que si se quieren ahorra esta lectura, sigan adelante con mis vecinos de plana. De lo contrario, como dicen que las puertas de los taxis: súbase y agárrese (cállese no, porque en este espacio y en este diario no se practica ninguna clase de detracción).
En su Homo videns. La sociedad teledirigida, el italiano Giovanni Sartori dice que con la era de la televisión “la autoridad es la visión en sí misma, es la autoridad de la imagen”.
Y con el auge de internet, se construyó la idea de que todo aquello que se ve —especialmente en video— puede ser noticia. Y de hecho los videos de cualquier naturaleza se han convertido en tema del mayor interés, así sean gatitos haciendo gracejadas o brutales tragedias humanas.
En un pasado cercano, se necesitaba un equipo especial para grabar y procesar los videos. Hoy, cualquiera con el teléfono inteligente en mano puede grabar un video, exponerlo, distribuirlo y puede convertirse en noticia o en un contenido del mayor interés público. Además, existen equipos de monitoreo o vigilancia en video que también contribuyen al menu informativo, especialmente con incidentes violentos. Siguiendo a Sartori: “la información que cuenta es la que se puede filmar mejor; y si no hay filmación, ni siquiera hay noticia…”. Y agrega que el hecho de tener el imperativo de mostrar imágenes “se traduce en una inflación de imágenes vulgares, es decir, de acontecimientos tan insignificantes como ridículamente exagerados”.
No obstante, esta explosión de la imagen, que tiene sus aspectos negativos, conduce también a la posibilidad de exhibir abusos y comportamientos cuestionables de personalidades y también de individuos —e individuas— completamente desconocidos. Y eventualmente a que corrijan o mejoren su conducta. Esos constantes video escándalos tendrían que conducir a la reflexión, porque hoy lo mismo se vuelven noticia los conductores de automóviles de proceder criminal que atropellan vendedores de tamales, que jugadores de futbol que fomentan la narcocultura y escenas que muestran el abandono del Sistema de Transporte Colectivo Metro. Y así como no se puede esperar mucho de quienes se han formado delante de un televisor o de la pantalla de un dispositivo conectado a la internet, también es posible ver imágenes en las que se puede comprobar lo corrompida que se encuentra una parte de la vida pública.
Ahora que se asoman al Estado de México las precampañas y campañas políticas, casi es una certeza que la internet será plataforma sustantiva de las actividades de candidatas, candidatos y partidos políticos. Con el video como principal herramienta, asistiremos a la preponerancia de lo visible sobre lo inteligible. A la persona por encima del programa de partido o de gobierno. Al eslogan y a la ideas a cuentagotas sobre el proyecto de Estado.
Ojalá que sobre la exhibición de las personas impere la reflexión. Aunque es mucho pedir. Así que: súbase y agárrase.