La corrupción sistemática impide que una economía en desarrollo avance a sus objetivos propuestos de crecimiento, y si bien en nuestro país ha habido esfuerzos para combatir este fenómeno se requieren políticas contundentes para erradicarlo, porque no podemos seguir ocupando los últimos lugares en los indicadores de medición de la corrupción, como se dio a conocer en el informe divulgado por Transparencia Internacional y Transparencia Mexicana, indicó Laura González Hernández, presidenta del Consejo Coordinador Empresarial Estado de México (CCEM).
Este es un problema en todos los países del mundo, y en México –dijo-, es muy lamentable que nuestra entidad abone de manera considerable al alcance de estos números, pues el último reporte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), revelan que está entre los niveles más altos de corrupción.
El informe con datos de 2021, abundó la líder empresarial, refiere que la prevalencia de corrupción experimentada por la población de 18 y más en el Estado de México se mantuvo entre las más altas del país con 17.7 por ciento de habitantes, problemática situada solo por detrás de la inseguridad pública y la delincuencia.
Además, en promedio, a nivel nacional la corrupción cuesta a cada ciudadano 3 mil 044 pesos, que se genera por regalos, dinero o favores que reciben los servidores públicos cuando la población o las empresas realizan algún trámite o servicio.
En el caso de las empresas, el costo promedio de la corrupción en 2020 fue de 7 mil 419 pesos.
Entonces: “Uno de las consecuencias de este fenómeno es que perjudica los flujos de inversión extranjera directa, que desempeñan un papel importante en el desarrollo económico”, señaló González Hernández.
La entidad, dijo, no está siendo capaz de prosperar debido a sus elevados índices de corrupción, y por el contrario avanza a una distribución desigualdad de la riqueza.
“En el sector empresarial no concebimos que no haya lugar a la denuncia de quienes comenten corrupción y soborno, que se tema a represalias mientras que existe un freno al desarrollo general”.
González Hernández apuntó que la corrupción empeora y observamos que no hay un engrane de instituciones, partidos y sociedad civil para contribuir al combate a la corrupción, “en esto debemos centrarnos”.