En un par de semanas dará inicio en la Universidad Autónoma del Estado de México el proceso de sucesión de quién encabezará los destinos de la máxima casa de estudios del estado y primera universidad pública estatal del país teniendo como fecha de elección el 14 de mayo. Y en esto se tiene que decir que nunca ha estado una mujer al frente de la Uaeméx. También que quienes han ocupado este cargo han sido predominantemente candidatos únicos y ligados al centro de poder.
La universidad estatal cuenta con mujeres de formación académica sólida, trayectoria en la administración dentro de la institución, liderazgo y compromiso y visión de desarrollo académico, la educación de calidad, la investigación, la innovación y tecnología y la vinculación con la sociedad.
Ya es tiempo de dejar atrás jerarquías y normas que favorecen el liderazgo masculino en el ámbito académico. De detener el patriarcado institucional y masculinización del espacio académico que ha hecho que las voces y perspectivas femeninas sean relegadas. En la Universidad Autónoma del Estado de México debe haber alternancia de género para la implementación de políticas de paridad, participación de mujeres en la gestión universitaria y prácticas más inclusivas.
La comunidad universitaria debe reconocer la candidatura de mujeres calificadas y ceder la oportunidad para que sean rectoras pues están hechas para ocupar roles de alta dirección.
