Llegó el Año Nuevo y con él los buenos deseos de todos lados para que a todos nos vaya mejor. Pero no hay que dejar de lado que a cada uno corresponde poner de nuestra parte para lograr aquello que anhelamos.
De ahí que existan dichos como: “Al que madruga Dios le ayuda”, “A Dios rogando y con el mazo dando”; “No esperes que las cosas te caigan del cielo; lucha por ellas”.
Así pues, tal cual el esfuerzo se asocia con el éxito, ojalá que este año que inicia también en nuestro papel de ciudadanos seamos más tolerantes, respetuosos y solidaridarios; en cuanto al resto de las personas y normas generales de convivencia si es que queremos un entorno mejor.
Anhelar lo mejor o mayor a nivel personal requiere de nosotros o el 2018 nos significará más de lo mismo: deseos o palabras que se las lleva el viento.