Este primero de mayo se cumplen 137 años de la lucha del movimiento obrero en Chicago, Estados Unidos, en que sus miembros fueron reprimidos por demandar una jornada laboral máxima de ocho horas, lo cual es un derecho hoy en día en la mayor parte del mundo.
Sin embargo, en este contexto, son los jóvenes, de entre 15 y 29 años de edad y las mujeres, quienes enfrentan un escenario de trabajo difícil marcado por la desocupación, la sub ocupación y la informalidad.
De acuerdo con los datos oficiales, la Población Económicamente Activa es de alrededor de 60 millones de los cuales, 32 millones están en el sector informal y casi 1.6 millones se hallan sin trabajo.
Según el INEGI, uno de los ámbitos donde ha disminuido la cifra de empleo es en la construcción en el que se concentra ocho por ciento de la fuerza laboran mientras que en el comercio 60 por ciento.
Basta recordar que la falta de empleo trae consigo el crecimiento de la economía informal, el aumento de la inflación, la migración, el incremento de la pobreza, entre otras cosas.
Es por eso que debe privilegiarse una política de apoyo y regulación a las empresas que son las que invierten y crean empleos y que estos sean de calidad.