El suicidio es una de las causas principales de muerte adolescente en el mundo y las chances de intentar suicidarse aumentan cuando los adolescentes abusan de los fármacos de venta bajo receta.
Un equipo de China encuestó a 3.300 adolescentes de ese país cuando tenían 14 años; volvió hacerlo al año.
Los adolescentes que dijeron que consumían fármacos de venta bajo receta sin motivos de salud en la primera encuesta eran casi tres veces más propensos a haber intentado suicidarse al año siguiente. El riesgo se triplicaba en los que consumían opiáceos, según publica el equipo en JAMA Pediatrics.
«El abuso de opioides, sedantes y fármacos recetados sin motivos médicos estuvo positivamente asociado con la ideación suicida», dijo el autor principal, doctor Lan Guo, de la Universidad Sun Yat-sen, Guangzhou. Agregó que esos pensamientos tendían a traducirse en intentos suicidas con «el abuso de opioides y el uso de fármacos recetados sin motivos clínicos».
Menos del 3 por ciento de los adolescentes abusaba de fármacos de venta bajo receta, el 1,8 por ciento consumía opiáceos o estimulantes sin causa médica y el 1 por ciento abusaba de sedantes.
El 17 por ciento tenía pensamientos suicidas y el 3 por ciento había intentado suicidarse en la segunda encuesta. La relación entre el abuso de fármacos y el suicidio se mantuvo aun tras considerar a los adolescentes con depresión basal.
El doctor Benjamin Shain, de University of Chicago y jefe del Servicio de Psiquiatría Infantil y Adolescente del Sistema de Salud de North Shore University, recomendó que los padres presten atención a los cambios de conducta de sus hijos adolescentes, en especial cuando van más allá de una alteración del ánimo pasajera porque esto sugiere la existencia de un problema mayor.
