Un equipo de investigadores de la Universidad Hebrea de Jerusalén, a cargo del profesor Yossi Buganim, consiguieron convertir células de piel humana en células funcionales de placenta humana.
El descubrimiento es importante porque permite arribar a una comprensión más cabal de los problemas que la placenta produce en muchos embarazos. Pero no solo eso, sino porque también se podría generar un nuevo tratamiento para la insuficiencia placentaria.
Esta patología se produce en aproximadamente el 15% de los embarazos, y puede llegar a producir un aborto espontáneo. ¿En qué consiste esta disfunción? Genera que el feto no pueda recibir el oxígeno y los nutrientes necesarios. Esto produce que se restrinja el crecimiento y también el desarrollo del bebé.
Según Buganim, se trata de un problema complejo, que no tiene una resolución médica o científica sencilla. “No se puede estudiar qué salió mal en el desarrollo del embrión o la placenta. No se pueden estudiar las etapas más tempranas porque no se puede acceder a las células madre para saber qué puede haber sido problemático con la implantación”, afirmó el científico.
Con los resultados de la investigación, se espera poder avanzar en el estudio de la placenta. Y en el futuro, desarrollar aplicaciones de estas células en los tratamientos de la infertilidad, enfermedades del embarazo y terapias genéticas.