En los tejidos adiposos subcutáneos hay un reloj celular que afecta directamente a la tolerancia a la glucosa, y refuerza la tesis de que no se deben comer dulces por la noche cuando el cuerpo tiene la mínima sensibilidad a la insulina.
De acuerdo con el estudio realizado por científicos de España y Estados Unidos, el «reloj» encontrado en el tejido graso funciona mucho mejor en las personas que se acuestan temprano y duermen más horas que en aquellas con déficit de sueño u horarios irregulares.
Los científicos señalan que este trabajo revela que la tolerancia a los azúcares es peor por la noche, porque puede ocasionar picos de insulina que a la larga ocasionan sobrepeso, obesidad y diabetes.