Comer tres o más porciones de arándanos y fresas a la semana puede ayudar a las mujeres a reducir su riesgo de sufrir un ataque al corazón, así lo asegura un estudio realizado por el Departamento de Nutrición y Epidemiología en la Escuela de Salud Pública de Harvard en Estados Unidos.
De acuerdo con los científicos, los arándanos y las fresas contienen altos niveles de compuestos naturales llamados flavonoides dietéticos, que también se encuentran en las uvas y el vino, las moras, las berenjenas y otras frutas y verduras.
Una subclase de los flavonoides, llamados antocianinas, son los que ayudan a dilatar las arterias, frente a la acumulación de placa, y proporcionan beneficios cardiovasculares.
Los arándanos y las fresas fueron parte de este análisis porque son los frutos más consumidos pero, según los investigadores, es posible que otros frutos rojos produzcan los mismos resultados.
Los resultados del estudio revelan que las mujeres participantes que consumían la mayor cantidad de arándanos y fresas redujeron un 32 por ciento el riesgo de ataque cardiaco en comparación con las mujeres que comían estos frutos una vez al mes o menos. La estadística también reveló que comer más de estas frutas a una edad temprana, aumenta el efecto preventivo de riesgo de un ataque al corazón.