Investigadores del Instituto Politécnico Nacional (IPN) crearon un prototipo de inspección de alimentos que permite detectar los aguacates, mangos y tortillas maltratadas.
La tecnología podrá ser usada para cumplir con los estándares de exportación de estos productos.
Esta innovación acelera el proceso de inspección y evita que las personas continúen con la labor monótona de seleccionar los mangos que tienen puntos negros o cierto porcentaje de manchas y en el caso de la tortilla que es en la que las normas indican que debe ser lo más redonda posible y sin partes blancas.
Para realizar esta inspección los científicos del Centro de Investigación en Computación (CIC) del IPN partieron de la idea de que medir el área enferma del mango equivale a la superficie quemada de una tortilla. A partir de estos parámetros se diseñó, en conjunto con estudiantes de la Unidad Profesional Interdisciplinaria en Ingeniería y Tecnologías Avanzadas (UPIITA), un prototipo de máquina para analizar los alimentos.
El desarrollo, que está en proceso de patente, consta de una banda sin fin y en la parte superior se colocan cámaras e iluminación específica conformada por “leds”. Cuando pasan los productos se les toma una fotografía desde arriba, después unas pequeñas puertas giran el producto para tener la visión del otro lado y cubrir el 98 por ciento de la superficie.
La información que se obtiene de las fotografías se ingresa a una computadora que contiene un algoritmo entrenado previamente para identificar los parámetros anormales. Debido a que funciona con inteligencia artificial, éste encuentra nuevas anomalías y poco a poco ajusta sus parámetros de tal manera que cuando halla una nueva analiza las características, identifica y separa por clases.
El algoritmo determina a partir del número de pixeles si el producto está en buen estado. En el caso del mango se cuentan los pixeles negros y en la tortilla los blancos.
En tanto que en la inspección para aguacate se usa el mismo sistema pero se requiere de una luz con diferentes condiciones debido a que normalmente se identifica la madurez a través del tacto y hacerlo por medio del color resulta complicado.
En los procesos de calidad actuales se utilizan densitómetros, que son una especie de “agujita” que perfora el aguacate y altera el producto. Con este proceso el alimento ya no se puede vender porque se le hacen agujeros donde pueden entrar bichos o bacterias.
Para ello, se trabajó con investigadores del área de ciencias biológicas del IPN, quienes cuentan con los sistemas de medición estándar del aguacate, y sus análisis se compararon con los resultados del nuevo sistema.
Actualmente se busca implementar el desarrollo en una fábrica de jitomates, así como un acercamiento con las Cámaras de Agricultura a fin de llevarlo a la industria. (Agencia ID)