Imposible saber cuántos pero de que los hay y en decenas son los cristalazos a vehículos estacionados con fines de robo.
Lo que más buscan los rateros son estéreos, computadoras, tabletas y teléfonos celulares. El arma secreta siguen siendo los escáneres de producción casera con los que se detectan aparatos electrónicos.
Así que, aquello de tapar las pertenencias con un suéter o colocándolas en la cajuela o debajo de los asientos no funciona.
Por otra parte, los delincuentes desactivan la señal GPS para que los aparatos robados no puedan ser localizados.
Los cristalazos ocurren por igual en calles muy congestionadas de tráfico que en sitios solos o alejados.
Los rateros pasan frente a los autos, los escanean y si detectan algún aparato, sin pierden tiempo rompen el cristal y cometen el robo; en menos de 10 minutos.
Para evitar un cristalazo, mejor no dejes tu auto en la calle y menos con pertenencias de valor. El proverbio dice que la ocasión hace al ladrón.