El Delegado de Cruz Roja Mexicana en el Estado de México, José Miguel Bejos, puso en operación la primera Unidad de Hemodiálisis en la Delegación Local de Cuautitlán Izcalli, donde se realizarán 15 tratamientos diarios a bajo costo, a la población abierta, sin importar si son o no derechohabientes de alguna institución oficial de salud.
El Delegado Estatal de Cruz Roja Mexicana destacó que la Unidad de Hemodiálisis es un logro que se concreta gracias al apoyo de los gobiernos federal y estatal, así como de organizaciones civiles y empresas que creen en el esfuerzo de esta institución.
José Miguel Bejos recordó que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), los problemas renales crónicos afectan a más de 9 millones de mexicanos, de los cuales por lo menos 15 mil requieren hemodiálisis, tratamiento que es capaz de aumentar la esperanza de vida hasta en ocho años.
Agradeció a la Fundación Dadita y al programa Bridge of Live, quienes donaron las unidades de hemodiálisis y parte de los insumos para su operación.
El Delegado Estatal del programa federal Seguro Popular, Aldo Ledesma Reyna, dio a conocer que la diabetes mellitus es causante del 48 por ciento de los casos que necesitan hemodiálisis, “tratamiento muy costoso que todavía no cubre el Seguro Popular, pero que gracias a instituciones comprometidas con la sociedad, como Cruz Roja Mexicana, estamos acercando a quienes lo requieren”, aclaró.
Reconoció el esfuerzo que lleva a cabo Cruz Roja Mexicana para mejorar y ampliar su infraestructura de atención y servicios a favor de los mexiquenses. “Hoy no se podría concebir la red de servicios de salud del Estado de México sin el apoyo y la participación profesional y de calidad de la delegación de Cruz Roja Mexicana”, dijo.
El presidente del Consejo Local de Cruz Roja Mexicana en Cuautitlán Izcalli, José Francisco Herrera Zepeda, agradeció el respaldo de la Delegación Estatal y de las autoridades federales, estatales y municipales para concretar este proyecto en beneficio de quienes requieren hemodiálisis que resultan fundamentales para la sobrevivencia de los pacientes de enfermedades renales crónicas. “Misión cumplida”, concluyó.
