Esta semana tuvimos varias fechas conmemorativas y cerramos con el Día Mundial de la Menopausia o cese de la actividad de los ovarios en las mujeres. Este es uno de los temas más desconocidos por las propias féminas y del que no se habla con otras, los hombres y no se va al médico. Pero detallémoslo más: se le asocia con el envejecimiento y la pérdida de feminidad cuando en realidad es una etapa de transformación, no de deterioro. En nuestro país pasa que muchas mujeres sienten que su estatus social disminuye al entrar en esta etapa ya que nuestra cultura tiende a valorar la fertilidad y la juventud.
Así que empecemos considerando lo que la comunidad médica ha estudiado: se llega a la menopausia cuando no ha habido periodo menstrual durante 12 meses consecutivos; se experimentar sofocos, sudores nocturnos, cambios en el estado de ánimo, sequedad vaginal y varios más. Esto pasa entre los 51 y 52 años, aunque puede variar, y cada experiencia es única y distinta en intensidad y duración. En torno al tratamiento confluyen los ginecólogos, los endocrinólogos, los nutricionistas, los sicólogos y psiquiatras para abordar los distintos síntomas y debemos acudir a ellos en lugar de resistir y vivirlo solas y en silencio. Claramente, de parte del resto de las personas se requiere empatía, apoyo e informarse; llevar a cabo conversaciones abiertas.
La menopausia es una etapa natural de la vida y debemos empoderar a las mujeres con la gestión de su salud y creando una sociedad más informada.
