Durante la mesa de diálogo “Derechos Humanos y administración de justicia en la etapa de ejecución” los participantes, entre ellos el secretario general de gobierno del estado de Querétaro, Juan Martín Granados Torres; la directora ejecutiva del Mecanismo Nacional para la Prevención de la Tortura, Ninfa Delia Domínguez Leal y el director de reinserción social del gobierno mexiquense, Juan de Dios Rodríguez Marín, coincidieron que la dignidad es el derecho que debe preservarse ante cualquier circunstancia de la vida en prisión.
Como parte de la segunda jornada del Encuentro Nacional de Jueces de Ejecución Penal que se desarrolló en la Escuela Judicial del Estado de México, Granados Torres detalló que para gestionar el sistema penal se concibió un mecanismo de coordinación interinstitucional que garantice el debido proceso de forma eficaz.
En la mesa de trabajo, moderada por el magistrado del Poder Judicial mexiquense, Ricardo Alfredo Sodi Cuéllar, el secretario general del gobierno queretano destacó que este modelo busca que las personas que cumplen una condena en reclusión, utilicen ese tiempo para trabajar en un proyecto de vida que permita su completa reinserción social, que no vuelva a delinquir y tenga un comportamiento resilente.
Al hacer uso de la palabra, Domínguez Leal se manifestó a favor de que se eliminen todos los factores de riesgo de violación de derechos durante todo el proceso penal, desde la detención de un probable culpable de delito, hasta la ejecución de la pena, pues el Estado es garante de vigilar que esto suceda.
En ese sentido indicó que las personas privadas de su libertad deben considerarse como un sector social vulnerable y es obligación de los jueces ser servidores públicos cercanos, brindar todas las garantías a ellos y a sus familiares para que accedan a sus derechos en dicha condición.
Por su parte, el director de reinserción social de la Secretaría de Seguridad del gobierno mexiquense, Rodríguez Marín dio a conocer los impactos y alcances del programa de Mediación Penitenciaria por el que han sido capacitados más de 600 mediadores, entre personas privadas de la libertad y servidores públicos, en colaboración con el Centro Estatal de Mediación, Conciliación y Justicia Restaurativa del Poder Judicial mexiquense.
Luego de agradecer la contribución que realiza el tribunal a este programa, resaltó que con esta medida, la población penitenciaria ha aprendido que el diálogo y la empatía son vías para resolver conflictos y en consecuencia, reducir el estrés y la ansiedad dentro de los centros penitenciarios.
El actor y Padre del Teatro Penitenciario, Jorge Correa Fuentes escenificó la obra en monólogo “Las trampas de la adicción”, una puesta en escena en la que personifica a un famoso actor atormentando por su adicción a las drogas, quien ante su situación se ve orillado a vivir en la indigencia.
Al finalizar la obra, el también dramaturgo explicó que en 1990 creó el Sistema Teatral de Readaptación y Asistencia Preventiva para que, al menos por un momento, las personas que cumplen una condena puedan tener unos minutos de libertad, así como generar conciencia sobre diversos temas, pues asegura que el arte puede transformar a las personas.
Nacido en Salvatierra, Guanajuato, Correa Fuentes ha sido reconocido como Padre del Teatro Penitenciario en México por el Instituto Interncional del Teatro de la UNESCO y actualmente continúa promoviendo esta actividad, a través del Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno Federal.
