Y tu, ¿ya hiciste donativos para Acapulco?, te pregunto porque hay particulares que se resisten a hacer donaciones ya que no saben el uso que se le va a dar. Y es que la experiencia histórica refiere que tanto los donativos en especie como en dinero no llegan a la gente que los necesita y por tanto, se le da otro uso como quedarse con ellos o utilizarlos fines electorales. Por otro lado, nos frena que las cosas que entregamos sean las que se requieran. Esto es, la urgencia puede estar en agua embotellada y nosotros mandamos productos enlatados o hacemos llegar comida pero no tienen en qué consumirla.
Lo ideal sería pues dar dinero porque hacerlo en especie implica gasto extra para transportación de los productos, salarios de las personas -pues no todas son voluntarios-, y viáticos como gasolina. Y al donar dinero se deja que los expertos se organicen, administren y actúen, en lugar de pensar qué hacer con lo que les mandamos.
Asimismo, el costo por donar dinero es igual o más bajo que al donar en especie porque se gasta lo mismo. Lo que sí hay que saber es a quién donar, como la Cruz Roja, porque se llegan a presentar casos de números de cuenta de instancias que son de falsa ayuda humanitaria, e inclusive cadenas de mensajería instantánea que terminan en fraude.
Decidir donar o no a Acapulco es elección de cada uno y si se opta por hacerlo hay que buscar los mejores cauces y pensar en el otro y ser solidarios, sin esperar recibir algo a cambio.