El sueño es un método reparador para el cerebro pues desecha las toxinas que acumula durante el día, por lo que tener mala calidad de sueño o dormir poco afecta en el aprendizaje.
Investigadores de la Universidad de Zúrich en Suiza realizaron un estudio que revela que una noche de insomnio o dormir pocas horas, puede tener efectos negativos en nuestro rendimiento durante el día, dificultando conforme pasan las horas, las labores de aprendizaje.
Los científicos señalan que al interrumpir el sueño profundo, las sinapsis de las neuronas no «descansan» como lo harían normalmente durante el sueño reparador, por lo que sin este período de restauración nocturna, se inhibe la neuroplasticidad, y redunda en que aprender cosas nuevas ya no es posible.
Las horas de sueño dependen de la edad, pero de acuerdo con los médicos lo ideal es en bebés entre 11 y 13 horas, niños pequeños entre 7 y 12 horas. Niños en edad escolar entre 9 y 11 horas.
Adolescentes 10 horas, Adultos entre 7 y 9 horas, y los adultos mayores de 65 años deben descansar entre 7-8 horas al día.