Este 16 de diciembre dan comienzo las tradicionales posadas, esas celebraciones navideñas que representan el andar de María y José antes del nacimiento de Jesús y que se realizan durante los nueve días previos a la Navidad.
Y aunque se considera una tradición mexicana, las posadas surgieron justamente con la llegada de los españoles como un proceso de evangelización. En el año 1587, el prior Diego de Soria pidió al Papa Sixto V una autorización para realizar las llamadas Misas de Aguinaldo, las cuales se llevaban a cabo por las mañanas a lo largo de nueve días y al finalizar se regalaba fruta a los asistentes.
Investigadores ubican el surgimiento de las posadas en el Ex Convento de San Agustín Acolman, en el Estado de México.
Poco a poco, las Misas de Aguinaldo fueron adquiriendo otros elementos que ahora son indispensables en las posadas como las piñatas y los dulces. Sin embargo, es importante aclarar que las piñatas tuvieron su origen en China y llegaron a nuestro país, una vez más con la llegada de los españoles.
Con el paso del tiempo, las posadas han perdido su verdadero significado, pues más allá de ser la tradicional posada se convirtió únicamente en un símbolo de fiesta, dejando de lado su carácter religioso. De hecho, en algún momento de la historia las posadas fueron prohibidas ya que el consumo de alcohol era lo que predominaba en ellas. Posteriormente, volvieron a realizarse.
Actualmente, las posadas incluyen música, baile y comida, en especial en las zonas urbanas; siendo las pequeñas comunidades las que mayormente conservan la parte religiosa.
En 2020 por la contingencia sanitaria, las autoridades recomendaron no realizar posadas por el peligro de contagio que representaban las grandes reuniones. Y aunque este año, estas actividades han sido retomadas, la recomendación principal continúa siendo seguir implementando las medidas sanitarias.
