Las actividades educativas en el estado de México se detienen a partir de ya.
4 millones y medio de estudiantes de todos los niveles educativos se van a casa un mes. Muchos llevan tareas y trabajos asignados para cumplir a lo largo de este periodo, pero muchos más sin plan ni programa de trabajo.
A diferencia de lo que ocurre en otros estados del país.
Nuevo León, por ejemplo, destinará la programación de su canal de televisión estatal para ofrecer contenidos académicos, artísticos y lúdicos para los estudiantes de preescolar, primaria y secundaria. Lo bautizaron como Escuela TV.
Para eso sirve la televisión pública.
Muchas familias lucharán por evitar el aburrimiento y el fastidio de los menores. Otras ya programaron por su cuenta enseñanzas de habilidades prácticas y cotidianas.
Pero hacen falta opciones.
Si la epidemia de coronavirus avanza, hay tiempo para que el Estado prepare contenidos educativos y los divulgue.
Hasta los adultos podríamos volver a aprender.