Hoy lunes es uno de esos días en los que aparentemente se evoca a enfermedades raras como el Ictus. Es decir, los accidentes cerebro-vasculares, derrames cerebrales o embolia como también los conocemos popularmente. La incidencia de padecimientos de este tipo es cada vez más frecuente dados los cambios en las arterias que se producen a partir de los 50 años como pérdida de elasticidad, colesterol alto o presencia de arteriosclerosis.
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Sin embargo, los accidentes cerebro-vasculares igualmente surgen por presión arterial alta, diabetes mellitus, tabaquismo, sedentarismo, alcoholismo y obesidad. A nivel de América Latina esta enfermedad es la segunda causa de muerte, después de los infartos, lo mismo en hombres como mujeres, según en la Asociación Mexicana de Enfermedad Vascular Cerebral.
Según la Organización Nacional contra el Derrame Cerebral de los Estados Unidos el 80 por ciento de los derrames pueden prevenirse si se detecta y atiende a tiempo a aquella persona que no pueda sostener objetos o pierda de repente el equilibrio; que se le haya ido la boca de lado o tenga dificultad para hablar y ver.
