Este martes hay elecciones en Estados Unidos. Las llamadas elecciones intermedias, por situarse a la mitad del mandato de un presidente, en este caso, de Donald Trump.
El propio multimillonario estadounidense que despacha como presidente de la Unión Americana ha dicho que habrá una especie de referéndum en torno a su mandato.
Y es posible anticipar que Trump saldrá avante. Que saldrá bien librando de esta elección. Porque por más cuestionamientos externos que recibe el presidente estadunidense, la sociedad de su país percibe un momento positivo en su economía y vida cotidiana. La retórica trumpista mantiene convencido, en un alto grado, al estadunidense promedio, que lo más probable es que vote por los candidatos del Partido Republicano para el Senado y darán la pelea en la Cámara de Representantes… que es lo más interesante de la elección.
Los analistas de a deveras dicen que los demócratas podrían volver a controlar la Cámara de Representantes (dan un 85 por ciento de posibilidades), pero que el
Senado se quedará seguramente en manos republicanas. Así que con los legisladores divididos, Trump gana, pues el Senado impedirá cualquier intento de bloquear o acotar al presidente estadunidense que provenga de la Cámara baja. Y si el discurso del miedo hace su parte y los republicanos mantienen su hegemonía, Trump sigue ganando.
Y en dos años puede aspirar a la reelección. En cualquiera de los dos casos. Y podría alargar su gestión.
