Aunque no hay cifras exactas de niños prostituidos, debido a que el fenómeno se desarrolla en la clandestinidad, Patricia Tella Rosas, jefa del Departamento de Menores Trabajadores Urbano Marginales del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia Estado de México (DIFEM), dijo que en la entidad hay más de seis mil niños en situación de calle que son vulnerables a este tipo de ilícitos.
A esta cifra, dijo, se suman 15 mil 154 infantes trabajadores, que incluyen cerillos empacadores de centros comerciales, cargadores en mercados, boleros y vendedores en plazas públicas, especialmente en los municipios metropolitanos.Expuso que de acuerdo con el último Diagnóstico de Explotación Sexual Comercial Infantil, efectuado por esta instancia, son nueve los municipios en los que existe mayor riesgo de que los menores sean víctimas de esta situación: Naucalpan, Tlalnepantla, Huixquilucan, Ecatepec, Nezahualcóyotl, Cuautitlán, Chimalhuacán, Valle de Chalco y Chalco.A decir de la especialista, estos menores de edad están en mayor riesgo de ser explotados sexualmente, porque los someten a la prostitución infantil, casi siempre a cambio de comida u objetos atractivos. Añadió que este fenómeno amenaza de igual forma a los niños de familias desintegradas y especialmente a los que tienen acceso a internet y navegan en el ciberespacio solos, mientras sus padres trabajan o están en otras actividades. “Las nuevas tecnologías de la información y comunicación, como internet, constituyen también un foco rojo en la explotación sexual infantil, pues aunque es utilizado en acciones que favorecen a las sociedades, también es aprovechado por las mafias, la delincuencia organizada, por los tratantes de personas y explotadores sexuales”.Tella Rosas agregó que, de acuerdo a los últimos resultados obtenidos en la investigación Diagnóstico sobre la Explotación Sexual Comercial Infantil del Estado de México, se sabe que en nuestro país la pornografía infantil ha incrementado la demanda de niños y niñas para su explotación sexual.En esta investigación se tomó una muestra de 82 hombres adolescentes con edades que oscilan entre los 11 y 17 años, así como 20 cibercafés; en los negocios se detectó que la principal clientela son los adolescentes en un porcentaje de 70 por ciento. El lapso de estudio comprendió de julio de 2006 a noviembre de ese mismo año.Sin embargo, ante la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM), durante 2006, sólo se denunciaron 160 delitos.