Ahora que ha cobrado relevancia en México el etiquetado claro en los ingredientes de los productos que consumimos, la organización El Poder del Consumidor busca con sus anuncios que los mexicanos sepamos qué contienen los refrescos y especialmente los de cola: exceso de calorías y exceso de azúcares.
La pregunta que viene es si los consumidores de estas bebidas están dispuestos a reemplazarlas con agua de sabor preparada en casa o agua simple pues no debemos dejar de insistir que México está repetidamente en el primer lugar de las naciones que mayor ingesta de bebidas gaseosas tiene. Según la Organización Mundial de la Salud el mexicano bebe en promedio 163 litros de refresco al año; siete veces más incluso que el promedio mundial.
Consumir refrescos nos produce daños a largo plazo en nuestra salud pero así como las refresqueras no dejarán de producirlos si hay demanda, los organismos privados ni gobierno podrán evitarnos que nos lo llevemos a la boca; así que es decisión de cada uno.
Escucha aquí el comentario de Patricia Maldonado: