Contar una historia a través del arte es una de las mejores formas de conectar con el público, pues se conoce la esencia y los sentimientos del artista por medio de sus obras, es por eso que el Museo Taller “Luis Nishizawa” abre sus puertas a la exposición temporal “Dos vías, una historia”.
Esta propuesta es autoría de Agustín Castro y Tere Metta, quienes comparten 15 obras que hablan de lo cotidiano convertido en extraordinario, donde la sencillez y la complejidad de cada pincelada dan un mensaje de dos mundos, pensamientos e ideas que convergen mediante la pintura.
En estas obras se puede observar una historia que implica procesos complejos, el compromiso de dos personas que, a pesar de tener diferentes estilos, mediante la coordinación y talentos saben expresar un sólo mensaje.
Jugando con los tonos pasan de colores sepia a otros más vivos, haciendo un viaje entre el pasado y el futuro, mostrando el arte figurativo y de retrato.
Agustín Castro es un artista visual con más de 40 años de trayectoria, estudió en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado, “La Esmeralda”. Ha realizado 50 exposiciones individuales y varios murales en la Ciudad de México; su obra también ha roto las barreras geográficas logrando más de 100 exposiciones colectivas en el extranjero.
“El interés de trabajar con mi colega Tere, pintar lo que es el concepto alimón, surgió dado que ella es de la comunidad judía, le dije que desarrolláramos la idea sobre cómo llegó a México su comunidad. Esta historia se presta para trabajar la pintura desde los colores sepia hasta llegar a una pintura más contemporánea”, refirió Castro.
La escultora y pintora Tere Metta realizó su primera exposición individual en el Centro Deportivo Israelita de la Cuidad de México, en 1978, abriendo las puertas del arte. Ha logrado exponer su trabajo en más de 120 salas, de manera individual y colectiva, en diversos museos y galerías de México, Estados Unidos y Sudamérica, por lo cual ha recibido varios premios y distinciones.
“La idea fue de Agustín, que hiciéramos la historia de la comunidad judía, que es mi comunidad, vista desde la salida de sus ciudades de origen, mostrando cómo debían salir como refugiados, hasta la llegada a México. Así fue como empecé a investigar la historia, de dónde salieron, cómo llegaron y empezamos a colocarlo en cuadros. Es la historia de llegar, desarraigarse de su hogar, de su idioma, de su cultura y llegar aquí sin entender nada”, comentó Metta.
