El 20 de abril del 2010 se produjo uno de los accidentes más catastróficos de la industria petrolera: el sistema de seguridad de la plataforma Deepwater Horizon, en el golfo de México, falló después de una explosión y dejó 11 trabajadores muertos y un enorme derrame de crudo. Se estima que cerca de 4,9 millones de barriles se esparcieron en las aguas del golfo y llegaron hasta el fondo del mar, con sus consecuentes efectos sobre la fauna y la flora marinas.
Recoger estos derrames ha sido un reto para la industria, que ya se acerca a una solución: una esponja que absorbe petróleo, desarrollada por el Laboratorio Nacional Argonne (ANL), en Estados Unidos, capaz de limpiar los derrames de crudo en el agua y las acumulaciones de diésel y aceites en las zonas portuarias.
La Oleo Sponge (esponja de aceite) u óleo-esponja está hecha de un material “que no solo absorbe con facilidad el petróleo del agua, sino que también puede extraer aquel que se ha dispersado en toda la columna de agua, y no únicamente el de la superficie, además de ser reutilizable”, según el ANL.
Los científicos desarrollarán este material a partir de espuma de poliuretano común, un polímero que se utiliza en infinidad de productos, desde cojines hasta aislamientos para las viviendas, y que tiene un montón de rincones y grietas que pueden proporcionar una amplia superficie para atrapar el aceite.
Los investigadores usaron una técnica de nanotecnología llamada síntesis de infiltración secuencial o SIS, para infundir una capa extremadamente fina de óxido metálico (un material inorgánico) en los rincones y los recovecos del polímero, cerca de las superficies interiores de la espuma. Este óxido metálico sirvió de pegamento perfecto para depositar, a continuación, en las zonas superficiales de la esponja, un recubrimiento de “moléculas que aman el petróleo” u oleófilas, es decir que atrapan y retienen el aceite.
El resultado de estos trabajos ha sido la óleo-esponja, un bloque de espuma que absorbe fácilmente el aceite del agua y puede ser escurrido para ser reutilizado, permitiendo la posterior recuperación del aceite atrapado en este material, según el ANL.
En una serie de pruebas en un tanque gigante de agua de mar situado en Nueva Jersey y llamado Ohmsett, la esponja recolectó con éxito diésel y petróleo crudo, tanto debajo del agua como en su superficie, según este centro de investigación. “El material es extremadamente robusto”, señala uno de los inventores de la óleo-esponja, Seth Darling, científico del Centro de Materiales Nanoscópicos del ANL y miembro del Instituto de Ingeniería Molecular de la Universidad de Chicago.
“La óleo-esponja también podría utilizarse rutinariamente para limpiar los puertos donde el diésel y el petróleo tienden a acumularse debido al tráfico marítimo”, añade John Harvey, ejecutivo de Desarrollo y Comercialización de Tecnología del ANL.