La dieta tiene gran influencia en la progresión de la enfermedad de Alzheimer, así lo señalan investigadores de la Universidad de California quienes realizaron una investigación con 44 adultos de entre 40 y 85 años de edad, de los que 24 tenían deterioro de la memoria subjetiva y 20 deterioro cognitivo leve.
Todos los participantes se sometieron a un análisis de su masa corporal, actividad física, un cuestionario sobre su dieta y un nuevo tipo de exploración que mide los niveles de placas de beta-amiloide y proteínas tau en el cerebro.
Los resultados revelan que las personas con problemas de memoria leve que seguían una dieta mediterránea y hacían ejercicio físico suave regularmente, eran menos propensos a experimentar una acumulación de proteína tau y beta-amiloide en el cerebro, proteínas claves en el alzhéimer.