Uno de los elementos que han marcado la presente elección a la gubernatura del estado de México han sido las encuestas electorales. Que si se toman como bandera de triunfo o si están amañadas. En estas lo que constantemente se destaca es la preferencia o inclinación a alguna de quienes contienden dejando de lado el rol de los votantes. En ese sentido existen aspectos a considerar como qué tan informada está la población y qué emoción le produce ir a votar. Al respecto, la encuesta del Centro de Planeación Estratégica y Prospectiva Política del Estado de México obtuvo que 88.1 de los votantes sabe cuándo es la elección, lo cual es bueno, pero 12 de cada cien no. Asimismo, el 38.8 por ciento está apático ante el proceso que vivimos, seguido de optimista, entusiasmado, enojado y demás.
De otra parte, el 66.9 dice que acudirá a las urnas a sufragar aunque queda alrededor de un 30 por ciento que no lo sabe. Tenemos por tanto, gente que desconoce de la elección, otros con emociones encontradas y los indecisos. Así pues no queda más que insistir en la difusión de que la fecha de votación es el próximo domingo 4 de junio, que debemos pasar de la emoción al razonamiento, y que debemos de votar por derecho, convicción u obligación, mientras los indecisos su tarea identificar el objetivo real de votar. La elección del 4 de junio es inminente y requiere de la participación de todos. Votemos la mayoría para que la elección sea ejemplar.