Dicen que el fin de año es momento para la reflexión sobre lo hecho en los últimos doce meses pero para quienes padecen depresión es una auto condena. Y es que el enfermo de depresión tiene habitualmente pensamientos y sentimientos de vacío, tristeza, ansiedad, impotencia y pérdida de interés a lo que se agrega que se trata del fin de un periodo y hay poca luz solar.
Esta condición médica afecta a 300 millones de personas en el mundo, principalmente mujeres, y es causa de discapacidad laboral, escolar y familiar; a más de que cada año suicidan 800 mil personas. En este espacio se ha dicho con anterioridad que la depresión será la pandemia del siglo XXI.
Es fin de año, la depresión se agudiza de cara a los prejuicios, estigmas y negación. Dejemos de invisibilizarla y atendámosla hoy, aquí, ahora. Que deje de desbaratar, atrofiar, agobiar, de hacer sufrir a sus millones de víctimas conscientes o no. De ser una condena.
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