Verónica Tavera Jiménez, de 42 años, quien en enero del 2014 sufrió severas lesiones al volcar el microbús de la Ruta 27 en el que viajaba, denunció que no ha sido indemnizada y aún requiere tratamiento médico.
Presenta dificultades para hablar ya que sufrió infarto cerebral de 30 por ciento, lesiones diversas; sin embargo, la línea transportista y autoridades de la Secretaría de Movilidad, se niegan a cumplir con su responsabilidad.
“Físicamente, creo que mucho mejor, pero he tenido momentos de crisis muy severos, pero quiero y deseo que me devuelvan un poco de lo que –Yo- he perdido, no estoy exigiendo nada, que Yo sé que no merezco, solo pido por favor que me devuelvan un poco para poder mejor físicamente, por mi misma y por personas que amo en este mundo, que son mis hijos”.
José Germán González de la Piedra, esposo de Tavera Jiménez, denunció que autoridades del transporte en el estado de México están coludidas o son socias de líneas del transporte público, a las que protegen en caso de accidentes que provocan la muerte o lesiones a pasajeros, lo que ocurre con frecuencia en la entidad.
El 10 de enero del 2014 un microbús de la Ruta 27, con placas de circulación 461-TL-192, volcó de un puente en bulevar Cuautitlán Izcalli esquina con Paseo de Villas de la Hacienda, en las inmediaciones del Tecnológico de Monterrey, en Atizapán, con un saldo de 10 personas lesionadas, entre ellas el chofer que murió días después del accidente al igual que dos pasajeras.
Tavera Jiménez y otros usuarios lesionados esperan el pago de indemnizaciones y del tratamiento médico que requieren, al igual que familiares de los fallecidos.
