Después de 22 años de críticas ciudadanas al Horario de Verano no queda mas que disfrutar el próximo domingo de una hora más para dormir o realizar las actividades que queramos porque luego viene el desajuste de hábitos, la sensación de sueño y cansancio.
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De su parte, gobiernos y las empresas nos pueden mostrar cifras de ahorro pero quienes estamos de este lado, los particulares, dudamos de que eso ocurra pues al menos no se refleja en nuestro recibo de luz y lo mismo le pasa a los comerciantes con las tarifas que pagan por el consumo comercial.
La idea del Horario de Verano no gusta inclusive en Europa, donde se originó, pues el Parlamento tiene sobre la mesa de discusión la propuesta de acabar con el cambio de reloj ya que algunos de los países integrantes consideran que sí altera al ser humano y en específico a su ritmo cardiaco.
Asimismo, advierten que esta medida afecta a aquellos que padecen depresión o transtorno bipolar pues modifica su consumo de luz solar.
Actualmente, el Horario de Verano funciona en 60 países, con el objetivo de ahorrar energía durante los días más largos de verano, y este fin de semana termina en México.
