Encuestas privadas en internet como Mercawise aseguran que 9 de cada diez personas consume una vez a la semana botanas fritas, 88 por ciento refrescos, 50 por ciento hamburguesas y 75 por ciento pan o pastelillos. A esto hay que agregar otros productos que regularmente ingerimos como tacos, quesadillas, tortas y pambazos.
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Cada uno decide qué llevarse a la boca pero no olvidemos que detrás del tipo de alimentos y las cantidades se hallan las grasas, azúcares, sal y sodio, por mencionar a algunos ingredientes que en elevadas proporciones son dañinos a la salud.
En la actualidad ya contamos con un nuevo etiquetado de productos, que entró en vigor en enero, y consiste en advertirnos, de manera fácil y sencilla, si un producto rebasa la cantidad recomendada de ingredientes que representan un alto riesgo para contraer enfermedades.
A cada cual le corresponde preocuparse y revisar lo que dice en los paquetes y envolturas de lo que nos comemos. Luego no andemos culpando a terceros o quejándonos.
La alimentación es la base de la calidad de vida. Aprendamos a leer los etiquetados de los alimentos.
