Los investigadores mexicanos Alexei Licea Navarro, Noemí Sánchez Campos, Dalia Vanessa Millán Gómez y Salvador Dueñas Espinoza identificaron la parte del genoma del tiburón que envía las órdenes para producir anticuerpos y trasladaron esa información de biología molecular a bacterias que generan ese mismo anticuerpo en laboratorio.

El licenciamiento de este anticuerpo de tiburón forma parte de un proyecto en el que participan el CICESE y Novaproteins, junto a la empresa mexicana Laboratorios Silanes y Teraclón, de España.
Afirman que como el cáncer ataca de distintas maneras, identificar una proteína que pueda ser neutralizada, es lo que se puede lograr a través de anticuerpos.
Los tiburones se han enfrentado a lo largo de cientos de millones de años a una gran cantidad de patógenos que los han atacado, sin embargo, su sistema inmunológico es de gran sofisticación y los mantiene sanos y salvos, señaló Licea Navarro.
Los científicos afirman saber que los anticuerpos de tiburón funcionan diferente por su estructura proteínica, y pueden ser utilizados bajo condiciones muy diferentes a un anticuerpo normal, por lo que han utilizado como blanco a una proteína que se neutraliza para que el cáncer no pueda expandirse dentro de un organismo.
Los expertos aseguran que puede ser que esto se algo que detenga el crecimiento del cáncer y sea factible realizar una cirugía, para posteriormente extraer el tumor de la mascota.
De acuerdo con el investigador, dentro de los sistemas inmunológicos de los vertebrados existen las proteínas llamadas anticuerpos, moléculas que se unen a los agentes invasores para neutralizarlos y eliminarlos del organismo.
Apuntó que los anticuerpos son estas proteínas del sistema inmunológico que circulan en la sangre y tienen por función erradicar agentes extraños al organismo. Por uno de sus extremos pueden unirse al agente invasor y neutralizar la actividad tóxica de la molécula patógena.
Los anticuerpos en el efecto de la neutralización, se unen al agente extraño, con lo que se inmoviliza e inactiva totalmente, característica que ha servido para que se desarrollen varios fármacos.
En el caso de los tiburones, por alguna razón evolutiva sus anticuerpos son termoestables, es decir, soportan temperaturas que ningún otro anticuerpo es capaz de resistir, entre otras ventajas.
El crear un medicamento con un anticuerpo de tiburón se tiene una ventaja comercial inigualable, subraya el doctor Licea Navarro, ya que éste puede estar a temperatura ambiente en el desierto de Sonora, en la sierra tarahumara o en la selva lacandona, y no perderá su actividad, por lo que podrá utilizarse sin problema en cualquier momento.