Aunque han tenido una ligera baja en la venta al por mayor y al menudeo de cubrebocas, gel antibacterial, oxímetros, caretas, sanitizantes, entre otros productos de prevención de COVID-19, sigue representando un negocio para los llamados coviemprendedores.
En negocios establecidos, en puestos semifijos y en las calles, se pueden observar la persistencia de este tipo de emprendedores que nacieron a raíz de la pandemia de COVID-19.
A poco más de un año de que abrió un local la zona centro de Toluca, para Oscar Eduardo Pérez Nieto, los cubrebocas continúa siendo el producto más demandados por las personas, sobre todo el denominado KN95, aunque comentó que a últimas fechas ha disminuido considerablemente su precio a 3.95 pesos, a diferencia del inicio de la pandemia cuando llegó a costar hasta 180 pesos.
O el termosellado, donde la caja con 50 piezas es de 55 pesos. En menor medida es el caso del litro de gel antibacterial, pues de un costo inicial de 120 el litro descendió a 60 pesos y así se ha mantenido desde hace seis meses. Aunque destacó también que la venta por pieza de cada producto que oferta, permanece entre los compradores.
Y es que se pueden observar en su local grandes cantidades de cubrebocas y en mejor medida gel antibacterial, caretas y sanitizante.
En el caso de los coviemprendedores informales, que ofrecen su productos en puestos semifijos o ambulantes, prevalece la misma situación. Es el caso de Martha, quién asegura que hoy en día, la venta de cubrebocas se ha mantenido desde hace meses.
Para ella, la reapertura de actividades presenciales en oficinas de gobierno y otros espacios la ha beneficiado pues registran buena venta en cubrebocas KN95.
En este recorrido efectuado también por algunas calles de la capital mexiquense, solamente la señora Leonor, originaria de San Cristóbal Huichochitlán, desde hace dos meses ha tenido un baja en sus ventas de cubrebocas elaborados en tela.
