Desde que asumió su cargo, al presidente de la república se le han estado contabilizando las veces que usa frases que no resultan ser ciertas o son mentiras. La empresa asesora en Comunicación Política que lleva el nombre SPIN-Taller de Comunicación Política dio a conocer, tras un estudio, que el mandatario mexicano triplicó el número de afirmaciones falsas, engañosas o que no se pueden comprobar, comparadas con las que hizo en el mismo periodo el expresidente de Estados Unidos Donald Trump que por cierto fue calificado como experto en mentir y deshonesto.
En total son 101 mil 155 mentiras contra 30 mil 574 de Donald Trump. Así, en promedio, el mexicano dice 103 mentiras diarias en sus conferencias de prensa. El punto a aclarar es si las dice por error, ignorancia o dolo.
Algunas de las que ha dicho son: “El Estado ya no es el principal violador de los derechos humanos”, “Si una marcha llega a cien mil personas, renuncio”, “Ya se cumplieron 98 de los cien compromisos que establecí al inicio de mi administración. Por otro lado, algo que acostumbra hacer el presidente es prometer que llevará a su conferencia a un funcionario para que amplíe o aclare un tema del que no puede hablar y no lo lleva.
Al final de cuentas se trata de políticos. Y los políticos son buenos para mentir. Lo hacen de manera continua y sistemática. Muchas veces como estrategia para conseguir que se hable de ellos, ganar fama, decir lo que la gente quiere oír, obtener seguidores, movilizar a la gente y manipular personas. En cada uno está creerles o no y ponerlos en su justa dimensión. Recordemos la frase aquella de que los políticos prometen construir un puente incluso donde no hay río.