México vive una saturación de información estadística, datos y muestras; sin embargo no tiene capacidad para procesar toda esa información además de que es subutilizada por autoridades y gobiernos.
De acuerdo con Rebeca Wong, investigadora de la Universidad de Texas (UTMB) e integrante del Estudio Nacional de Salud y Envejecimiento en México (ENASEM) actualmente no se tiene posibilidad de dar respuesta y explotar todas las bases de datos con que se cuenta.
Explica que la riqueza de datos en el país es enorme pero no así si su análisis, pues pese a contar con encuestas de corte transversal y longitudinal no se revisan estos documentos en los cargos académicos avanzados.
«A mi manera de ver nadie debería de estar recogiendo datos nuevos, todo el mundo debería estar utilizando los datos que hay (…) no es ninguna crítica, es una autocrítica, en el sentido de que nos ganó, los datos están aquí antes de que nosotros podamos analizarlos», expresa.
Reconoce que éste fenómeno viene de la mano con el desinterés de los estudiantes por hacer uso de esta información y procesarla por el trabajo que implica, pero también de gobiernos que no la utilizan ni instrumentan en el diseño de políticas públicas.
«Quisiéramos pensar que toman determinaciones viendo el resultado de nuestras investigaciones pero la verdad es que quizá no» reprocha.
De parte de la academia, reconoce, hace falta preparar y hacer breviarios de la información para hacerla más accesible a todos los grupos, ya sea a los investigadores pero también al ciudadano común y corriente.
«Nosotros sabemos escribir pero para nosotros nos hace falta escribir para aquellos que no entienden lo que es, es importante considerar los sesgos de tal manera para que el que hace los programas lo atienda».
Esta información y datos, dice, deberá consolidarse en la construcción política pública a partir de una base de alta calidad.
