La discusión que se ha arrancado en el Congreso de la Unión de 5 iniciativas para dar causa a la reducción de la jornada laboral debe darse con mucha más seriedad y un análisis basado en números y en el impacto sobre las condiciones económicas del país, pues al momento México no está preparado para el impacto económico en las mipymes que una decisión en esta naturaleza desencadenaría.
María de Lourdes Medina, Vicepresidenta de Delegaciones de la Cámara de la Industria de Transformación (Canacintra) señalo que buena parte del sector aún está asumiendo el impacto del aumento en el periodo de vacaciones y una reducción de jornada está muy fuera de las posibilidades de miles de unidades económicas en el país y no es un tema de voluntad o no de no querer aplicarlo, sino de realidad.
“Se tiene que preparar muy bien el terreno, pero sobre todo ver el tema de productividad, estamos entre los países más improductivos a nivel mundial y a veces escucho voces que quisieran que estemos al nivel de Finlandia y de los Daneses, ni siquiera en Estados Unidos hay jornadas de 36 horas, son de 40”
Indico que primero los legisladores deberían tener un acercamiento con el sector empresarial y hacer un estudio serio acerca del impacto económico que se va a tener y la posible pérdida de empleos, de rentabilidad y de eficiencia que tendríamos, más aún cuando México está en un proceso de atracción de capitales y la instalación de empresas.
Refirió que en países como Finlandia en donde se ha presentado esta condición se tienen apenas 5 millones de habitantes y una condición radicalmente opuesta a la de nuestro país en materia de formalidad, por lo que es indispensable un contacto directo con organismos empresariales a nivel nacional y empresarios probados.
“Porque no es lo mismo opinar cuando no se tiene empresa que cuando la tengo y se el costo que va a implicar su puesta en marcha”
Ampliación de nóminas, carga social, aumento de horarios laborales o buen tiempo muerto y reducción de la capacidad de producción son parte de las condiciones que se avizoran si se aprueba una medida de esta naturaleza sin un escenario adecuado para realizarlo.