La fundadora de la Cana, Daniela Ancira Ruiz, aseguró que han observado que hay un patrón en el rol que juega la mujer en el delito, pues rara vez son las autoras intelectuales, la cabeza de una estructura o un grupo delictivo, mas bien, agregó, son utilizadas como mulas y representan el eslabón más bajo de la cadena delictiva.
La Cana es una organización social que crea programa de reinserción social para mujeres en prisión y busca oportunidades de trabajo a través de talleres de capacitación laboral y empleo, también de salud mental, educación, impulso al arte, la cultura y el deporte. Sin embargo, Ancira Ruiz resaltó, les dan las mismas o mayores condenas que a los hombres.
Refirió que está organización elaboró un estudio en 12 penales del país, el cual determinó que dentro de los factores que llevan a las mujeres a delinquir hay un estrecho vinculo entre la violencia estructura de género y la privación de la libertad.
El estudio «Género y Privación de la libertad», efectuado por La Cana y Centro de Investigación para al Paz México, aplicó 33 entrevistas a profundidad en penales ubicados en los estados de Coahuila, Nuevo León, Oaxaca, Quintana Roo, Querétaro y el estado de México.
Ancira Ruiz explicó que también han visto en el sector de las mujeres privadas de la libertad, que existe el patrón donde, por falta de herramientas económicas o emocionales, por los estereotipos y roles de género que se les inculca desde niñas, soportan un alto grado de violencia y que se perpetúen los estereotipos y los roles de genero.
De ahí que detectaron que muchas mujeres, al no cumplir con ese estereotipo de la mujer sumisa, abnegada, de buena madre, de la buena esposa, al momento de cometer un delito y romper con esa figura, sean en mayor medida juzgadas por la familia, la sociedad, incluso por los mismos jueces y juezas. Puntualizó que alrededor del 80% de esas mujeres no tienen quien la visite en las cárceles.
